Había pasado un día largo luego de subir al tupukusi y descender con nuestras ultimas fuerzas llegamos al hotel, nos alojamos en el hotel, podemos rescatar que teníamos una habitación para nosotros 2.
Pasada la tardecita ya cuando caía la noche nos fuimos a cenar todos juntos a un pintoresco restaurante en el cual teníamos 3 menús a elección. y todos eran muy buenos. Ahí mismo nos entregaron las entradas para el ingreso a el parque Machu Pichu. Solo tendríamos que madrugar y salir temprano.
Así que muy tempranito con una capa de lluvia, la mochila con algunos alimentos, agua y la linterna para comenzar a subir lentamente hasta el ingreso del parque.
Habíamos descansado no mucho pero estábamos listos para salir y se venían los primeros jóvenes que con algunos gritos avisaban que partían rumbo al parque. Nos habían anticipado que deberíamos llegar entre los primeros 500 ya que de esa forma solo se puede subir a Wayna Picchu que es la montaña de donde se sacan las mayorías de las fotos y donde hay ruinas impresionante.
La noche era oscura pero teníamos algunas nubes que anticipaban algún chubasco... Comenzamos con muchisima energía aunque la verdad es que estábamos muy cansados pero eso no podía detener nuestra emoción por conocer el gran imperio Inca, su demostración de poder y sobre todo de inmensidad de una cultura única como la incaica.
Hicimos una parte del camino por la escalera pero como había tanta gente que decidimos caminar por la calle, sabemos que llevaría mas tiempo pero... seria menos cansador, caminamos en una oscuridad que asustaba y a medida que subíamos mas cerca de las nubes estábamos, entonces se entrelazaba la noche oscura con el vapor de las nubes y el frió que en ellas habitaba. Una sensacion muy sorprendente. Así fuimos en soledad hasta la cima y el ingreso al parque.
Había muchisima gente apenas llegamos el frió se hacia sentir pero estábamos bien. La mayoría que estaba arriba eran de Argentina y se hacia sentir lamentablemente, no comparto su forma de actuar cuando están en grupo los adolecentes...
Pasada la tardecita ya cuando caía la noche nos fuimos a cenar todos juntos a un pintoresco restaurante en el cual teníamos 3 menús a elección. y todos eran muy buenos. Ahí mismo nos entregaron las entradas para el ingreso a el parque Machu Pichu. Solo tendríamos que madrugar y salir temprano.
Así que muy tempranito con una capa de lluvia, la mochila con algunos alimentos, agua y la linterna para comenzar a subir lentamente hasta el ingreso del parque.
Habíamos descansado no mucho pero estábamos listos para salir y se venían los primeros jóvenes que con algunos gritos avisaban que partían rumbo al parque. Nos habían anticipado que deberíamos llegar entre los primeros 500 ya que de esa forma solo se puede subir a Wayna Picchu que es la montaña de donde se sacan las mayorías de las fotos y donde hay ruinas impresionante.
La noche era oscura pero teníamos algunas nubes que anticipaban algún chubasco... Comenzamos con muchisima energía aunque la verdad es que estábamos muy cansados pero eso no podía detener nuestra emoción por conocer el gran imperio Inca, su demostración de poder y sobre todo de inmensidad de una cultura única como la incaica.
Hicimos una parte del camino por la escalera pero como había tanta gente que decidimos caminar por la calle, sabemos que llevaría mas tiempo pero... seria menos cansador, caminamos en una oscuridad que asustaba y a medida que subíamos mas cerca de las nubes estábamos, entonces se entrelazaba la noche oscura con el vapor de las nubes y el frió que en ellas habitaba. Una sensacion muy sorprendente. Así fuimos en soledad hasta la cima y el ingreso al parque.
Había muchisima gente apenas llegamos el frió se hacia sentir pero estábamos bien. La mayoría que estaba arriba eran de Argentina y se hacia sentir lamentablemente, no comparto su forma de actuar cuando están en grupo los adolecentes...
Pero bien una vez arriba solo debíamos esperar hasta las 8 que abre el ingreso al parque.... continuara...
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