Llegada a Aguas Calientes y subida a el Putukusi

Luego de una caminata no muy larga a la que estábamos acostumbrados, llegamos a la ciudad de aguas calientes.
Apenas entramos, nuestro guia nos propone a los que deseen pueden subir a una montaña que esta frente al el famoso Machu Pichu. Este mirador y montaña se llama Putukusi, nos dijo que tendríamos aproximadamente 2 horas de caminata, siempre en subida... nos dejaba pensando pero había que subir. Sabíamos que eran mas o menos 4 o mas escaleras las cuales debíamos afrontar...
Desde allá arriba tendríamos una vista exclusiva y sobre todo el adelanto de lo que nos esperaba y tanto deseamos conocer.
La subida era bastante delicada ya que el clima era húmedo y horas antes estaba lloviendo. Como pasa en estas latitudes las lluvias son habitual, como así la salida del sol con la lluvia son compañeros de salida por así decirlo.
Una subida muy empinada hecha con madera y no parecen muy seguras pero son una buena experiencia. Al ver que no son muchos los que se animan a subir, cargamos nuestras fuerzas y allí vamos son muchisimas escaleras algunas no tan empinadas pero si, la humedad y el terreno como las maderas mojadas pueden ser una dificultad.

Luego de caminar los dos, parando muchisimas veces para cargar de aire ya que nuestros pulmones en momentos parecían colapsados, nuestras ganas de llegar eran muchisimas. Las pocas personas que bajaron mientras nosotros subimos, nos alentaba a llegar ya que había una vista única y era un adelanto de lo asombroso que seria mañana llegar al lugar esperado por tanto tiempo.
Una cima que se veía tan cerca pero tan alejada a la vez ya que el cansancio se hacia notar por esos momentos muchisimo.
Pero una vez que logramos el objetivo fue asombroso, ver Machu Pichu desde enfrente era algo único, el cielo nos acompañaba y no había ninguna nube. Los astros nos dedicaban este momento luego de tanto sacrificio.
La ciudadela era como una pintura en su mejor exposición. Se veía inmensa y pequeña ante la cantidad de montañas que la abrazan por así decirlo.
Encontramos nuestro silencio como espectador vip de este espectáculo único valorado por nosotros mismos.
Lo bueno de estar ahí arriba es que estábamos solos. No llegábamos a 6 personas, todos de diferentes países, es como la unión de diferentes culturas para la contemplación de un lugar magnifico.

Sin duda es uno de los lugares que por lo general no venden las empresas turísticas ya que es gratis y como demanda un poco de esfuerzo, hay veces que es mejor hacerlo solo cada uno por sus propios medios.
Realmente mi opinión y de las personas que nos acompañaban en la altura de esta magnifica montaña es un lugar único y hay que conocer.