Isla Taquile... mas de Titicaca lake

Luego de una fantástica estadía en Amantani partimos hacia el puerto de Chilkano el principal de la Isla de Taquile.
Una vez en la isla parece que llegamos a un mundo maravilloso, donde el tiempo parece haberse detenido y se entrelaza lo costumbrista, lo ancestral con el siglo 21, la globalización, una mezcla mágica y vivencial que envuelve al visitante en una experiencia inolvidable.
En la isla se habla quechua y es muy común ver a los niños llevando ovejas de un lado a otro eso se mezcla entre el turismo y llama muchisimo la atención, algo que para nosotros es de otra época lo hacen con tanta normalidad.

Los taquileños podemos verlos vestidos con sus ropas originales y típicas que son diferentes a las vistas hasta ahora en la zona de los andes, sus casas son hechas de adobe y adornadas con casi siempre jardines muy floridos y simpáticos.
Para llegar al punto de encuentro que es en el centro y plaza de armas de Taquile vimos muchas casas lindas, jardines como así también terrazas muy bien cosechadas. El ingreso a la plaza de armas es por un arco que da pie a una nueva ciudad podríamos decir, ya que desde ahí todo lo que rodea la plaza son edificios modificados y algún que otro café con sus clásicas palabras en ingles.

En la plaza se encuentra un museo y comercio de tejidos y artesanías; Tal es así que el arte textil taquileño ha sido considerado, el 2005, como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

Luego de un paseo y charla mediante nos espera un rico almuerzo en un restaurante con una vista única, si bien el menú es precario lo que tenemos para degustar es muy bueno. Una buena trucha con papas y una picante salsa que no todos nos animamos a degustar.

La estadía no fue larga ya que al terminar la comida empezamos a dirigirnos hacia el bote que nos esperaba en el muelle.

Podemos describir un buen paseo y por suerte nos toco lindo tiempo con un cielo azul como el agua del lago.