mochila carpa y salimos para Zarate o Campana... tren y colectivo nos dejo en la rotonda de la ruta 12 frente al puente Zarate Brazo largo. Decidimos caminar los varios kilómetros hasta llegar al camping que habíamos visto en Internet (las tejas) La caminata se hizo larga muy larga.
Haci llegamos empujados por las picaduras de mosquitos y por las ganas de llegar sobre todo. Así fue como llegamos buscamos un lugar propicio para acampar y relajarnos.
Era casi el lugar prefecto lejos de casi todo el rió y nosotros nada mas un muelle a 20 mts y silencio. Naturaleza en todo su esplendor (casi). Lo que hicimos luego de encender el fuego y comenzar a cocinar los mejor spaguettis probados en un camping fue armar la caña para mojar los anzuelos o intentar...
La pesca te devuelve la paciencia y aleja de los problemas que marca el día a día laboral, una descarga casi perfecta.
Mate, el río y la rica e incalculable riqueza de la naturaleza. Todos en silencio solo oyendo el choque de las olas y los camalotes navegando como los mejores fenicios de la mesopotamia.
Un noche con viento y silencio, la noche tenia algún lamento pero para mi padre era un noche bella por mas que no lo diga, recordaba su época de juventud esta vez alejado del vinito pero compartiendo la carpa con su hijo y novia... rareza de la vida.
Las caminatas para buscar leña y encender el fuego para calentar el agua del mate era todo una travesía para el y tal vez para nosotros, lejos de una radio, de la electricidad, de la television y noticias ahí estábamos los tres viviendo esos momentos que duran horas pero se recuerdan toda la vida.
Tal vez de eso habla mi blog de instantes que no tienen precio si no instantes que valen para toda la vida. Y a veces creo que los momentos menos pensado comienzan a tener mucho mas valor y comienza a calcularse con Oz.
0 comentarios:
Publicar un comentario