La Paz ciudad capital, como toda capital al llegar te abruma la gente, el transito y la polución. Luego de llegar a la terminal comenzamos a buscar alojamiento; como veníamos de muchas horas de viaje decidimos buscar un buen alojamiento. Teníamos en vista unos cuantos gracias a “lonely planet” y decidimos una vez que llegamos alojarnos en el “Majestic” un hotel con unas cuantas estrellas que levantaba nuestro hándicap de alojamientos hasta estos días. Una habitación con baño privado y tv con cable. El sommiers era los mas interesante, acostumbrados a colchones viejos con dudosas sabanas esto era como estar en el Cesar Palace.
Lo más importante era que nos encontrábamos en el centro por así decirlo, todo nos quedaba cerca, estábamos sobre las calles donde se encuentra el mercado de brujas y los locales artesanales y mercados varios.
Las calles merecen un párrafo aparte ya que tenían ese “no se que…” cuando comenzaba la mañana era perfecta disfrutarla ya que pasada las 10 era un hormiguero con gente que viene y va sin mirar hacia su alrededor, te chocan, discuten y aparecen los típicos borrachos que tampoco saben donde están…
Los locales sacan sus artesanías por lo general tejidos, remeras, pinturas e instrumentos musicales y en un abrir y cerrar de ojos se llena de turistas, muchos gringos y obvio mas latinoamericanos (Argentina y Brasil dominan la temporada) esta es la época de sudamericanos y por eso cuando te detienes a ver algo y te comienzan a ofrecer cosas sabes que te van hacer un descuento aparte suponen que vas a “regatear” (pedir descuento sobre el descuento). Desde el momento que comienzas a regatear la relación con el vendedor se torna algo familiar depende de el descuento… obvio, muchas veces es chocante para el que no esta acostumbrado pero se puede comprender.
Cuando queríamos hacer alguna compra debíamos separarnos o simplemente hablar los dos como que no sabíamos lo que queríamos ya que de esa forma sabrían que no éramos “gringos” totalmente y por lo general al comienzo tenia que hablar yo para diferenciar nuestros orígenes (yo no tengo pinta de suizo y ella si puede ser argentina pero sus pronunciaciones la delatan…)
Pero así pasamos el mercado y sus artesanos, los pintores son impresionantes pero el dinero no alcanza para comprar, traer y exhibir las bellas pinturas.
Los restaurantes rápidos son a veces buenos pero por lo general no tienen baño o el baño no es recomendable… lo mejor es no conocer la cocina y preguntar poco por el origen del plata ya que por 6 u 8 bolivianos podes comer dos platos (una sopa y un picante de pollo) “cuenta fácil 7 bolivianos = 1 dólar”
Después también hay las típicas casas de comidas rápidas como así restaurantes caros, pero nosotros decidimos comer en lugares típicos y atenernos a lo que puede dejar la comida.
Un mini recorrido por la ciudad…
Lo más importante era que nos encontrábamos en el centro por así decirlo, todo nos quedaba cerca, estábamos sobre las calles donde se encuentra el mercado de brujas y los locales artesanales y mercados varios.
Las calles merecen un párrafo aparte ya que tenían ese “no se que…” cuando comenzaba la mañana era perfecta disfrutarla ya que pasada las 10 era un hormiguero con gente que viene y va sin mirar hacia su alrededor, te chocan, discuten y aparecen los típicos borrachos que tampoco saben donde están…
Los locales sacan sus artesanías por lo general tejidos, remeras, pinturas e instrumentos musicales y en un abrir y cerrar de ojos se llena de turistas, muchos gringos y obvio mas latinoamericanos (Argentina y Brasil dominan la temporada) esta es la época de sudamericanos y por eso cuando te detienes a ver algo y te comienzan a ofrecer cosas sabes que te van hacer un descuento aparte suponen que vas a “regatear” (pedir descuento sobre el descuento). Desde el momento que comienzas a regatear la relación con el vendedor se torna algo familiar depende de el descuento… obvio, muchas veces es chocante para el que no esta acostumbrado pero se puede comprender.
Cuando queríamos hacer alguna compra debíamos separarnos o simplemente hablar los dos como que no sabíamos lo que queríamos ya que de esa forma sabrían que no éramos “gringos” totalmente y por lo general al comienzo tenia que hablar yo para diferenciar nuestros orígenes (yo no tengo pinta de suizo y ella si puede ser argentina pero sus pronunciaciones la delatan…)
Pero así pasamos el mercado y sus artesanos, los pintores son impresionantes pero el dinero no alcanza para comprar, traer y exhibir las bellas pinturas.
Los restaurantes rápidos son a veces buenos pero por lo general no tienen baño o el baño no es recomendable… lo mejor es no conocer la cocina y preguntar poco por el origen del plata ya que por 6 u 8 bolivianos podes comer dos platos (una sopa y un picante de pollo) “cuenta fácil 7 bolivianos = 1 dólar”
Después también hay las típicas casas de comidas rápidas como así restaurantes caros, pero nosotros decidimos comer en lugares típicos y atenernos a lo que puede dejar la comida.
Un mini recorrido por la ciudad…
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