eles, o amor e a vida...

Hombre de unos 70 y algo por ahí... su nombre Juan un abuelito simpático, chabacano, atento, demostrativo, afectuoso y si sigo dándole adjetivos no me alcanzarian las palabras uno de esos viejitos que la tienen bien clara que conoce el paño... Era viudo desde hacia mas o menos 13 años con 20 nietos en su haber que regalaba cariño y muchas cosas mas... algo así es Juan el señor del buzo nike y las zapatillas copadas, las manos con anillos de oro y una voz que recorrió los adoquines de alguna ciudad o de muchas ciudades... Juan...

Ella era una mujer de 60 y monedas esas abuelas copadas simpáticas que siempre andan custodiadas por alguien en este caso eran sus hijas las que la dejaron en el tren sin saber lo que le podía suceder... lo bueno que le podía suceder...

Fue un partido de truco el primer asercamiento risas y trucos y retrucos!!! un vaso de vino recorría alrededor de los jugadores que en carne viva demostraban sus destrezas de mentirosos como jugadores de dicho juego!!! risas y gritos divertían a los pasajeros como así a ellos mismo que era el centro de atención...

De esa forma intercambiaron sus primeras miradas y sus primeras palabras... así comenzo todo... Ella y El tomaron el tren por casualidad y sin querer se conocieron...

Podría recordar una película y asociarla ellos ... como esa hermosa película que cualquiera que la haya visto habrá podido olvidar, titulada "Elsa y Fred", se demuestra que la edad no es más que un dato vital, como lo es para los pequeñines del Jardín de Infantes, que sin embargo dicen estar enamorados. Elsa, septuagenaria y ni siquiera bien cuidada, delgada ni elegante como las septuagenarias que acostumbramos a ver en las películas americanas, que parecen hermanas de sus hijas cuarentonas, se enamora de un señor de setenta y siete y no tiene reparos en declararle su amor y hacer todo lo posible para enamorarlo y seducirlo.
Y no es para nada ridículo, sino romántico, emotivo, generoso. El amor entre un hombre y una mujer puede surgir a cualquier edad, sin importar las experiencias de vida de cada uno. A veces, ese amor tardío puede ser para esos dos seres humanos considerados ancianos para los demás, fuente de una vitalidad renovada, ilusiones y fantasías que tal vez guardaron ocultas en sus corazones y de pronto, cuando ya las creían olvidadas, se hacen realidad. Señores de setenta, no desechen la ilusión vital del amor mirando al espejo. En cambio, miren hacia adentro, a sus corazones llenos de deseos de continuar viviendo y disfruten de ese nuevo amor que la vida les ofrece. Porque nunca es tarde cuando la dicha es buena...

Así después de esas palabras podemos decir que al llegar a Posadas sorprendidos por lo que vimos que no seria lo adecuado describir todo lo que sentimos al verlos juntos charlando o abrazados asientos mas atrás como dos chiquilines y una frase que quedo en nuestra cabeza la de hace tiempo que la ando buscando... que loco no??!!!... el amor...

Así es el amor... Es verdad, el amor es el motivo escencial de la vida. Seria algo ridículo ponerle edad a un sentir tan primario y necesario...

Cuando llegamos a nuestro destino Juan, Lyn, Naty, Maria Betanhia, Juan y yo fuimos invitados por ellos a festejar a comer empanadas a un bar con gaseosa fue una demostración de agradecimiento por ser complices del comienzo de una hermosa historia de amor... ser complices solo eso...